
Ser mamá y ser profesional implica una logística desafiante, principalmente coordinar el cuidado de los hijos con los horarios de trabajo.
Muchas mujeres al convertirse en madres se plantean dejar su empleo y comenzar a trabajar de manera independiente con la finalidad de encontrar esquemas de trabajo que les permitan contar con flexibilidad, precisamente para poder coordinar de mejor manera el cuidado de los hijos sin tener que sacrificar su carrera profesional.
Tomar la decisión de convertirte en Freelancer puede traer miedos e incertidumbre, pero te tenemos una buena noticia, si ya estás pensando en trabajar de manera independiente, estás en el mejor momento de enfocar y guiar tu carrera profesional hacia tus pasiones.
Te recomendamos empezar por reflexionar cuáles son tus habilidades y competencias, qué servicios podrías ofrecer a clientes potenciales, qué cosas realmente te apasionan y qué cosas no estás dispuesta a volver a hacer en tu entorno profesional.
Ser freelancer es un estilo de vida, para las mamás especialmente puede traernos muchos beneficios. Consideramos estos 3, los principales:
- Tú decides desde donde trabajas. Actualmente el esquema home office se ha democratizado, cada vez son más las actividades y servicios que se pueden brindar de manera remota. Esta facilidad de trabajar desde cualquier lugar, cargando únicamente con tu computadora, es sin duda uno de los beneficios más importantes para las mamás profesionales. Además de brindarte flexibilidad, hacer home office puede representar importantes ahorros en tiempos de traslados y gastos de transportación.
- Tú pones tus horarios. Como comentábamos anteriormente, ser freelancer es un estilo de vida, por lo cual es probable que tu horario de trabajo no sea igual al que tendrías en una oficina. Habrá días que trabajarás más horas, habrá otros días que trabajarás menos horas; habrá días que trabajarás más por la mañana y otros que probablemente tengas que hacerlo por la tarde o noche. Poder organizar tus horarios de acuerdo a tus prioridades y detectando y aprovechando tus niveles de energía se traducirá en un trabajo mucho más productivo, además tendrás la flexibilidad de atender el cuidado y crianza de tus hijos de manera presente.
- Tú decides qué actividades realizas y para quién trabajas. Cuando eres empleada se te asignan funciones, actividades y tareas con las que tienes que cumplir; puede ser que muchas de ellas te gusten y puede ser que muchas otras no. Siendo freelancer puedes poner tus propias reglas: eliminar a los clientes y proyectos menos rentables, subcontratar o delegar tareas, trabajar a distancia y destinar tu tiempo para concentrarte en las cosas de mayor importancia.
