Si llegaste a este blog porque te llamó la atención la pregunta de nuestro título, seguramente es porque estás atravesando una situación de agotamiento o fatiga extrema.

Todo esto que estás sintiendo puede tener una explicación y probablemente estés viviendo una etapa de burnout, pero ¿de qué se trata exactamente?
El síndrome del burnout consiste en un estado de agotamiento físico, mental y emocional vinculado generalmente por cargas excesivas de trabajo y el ajetreado estilo de vida que últimamente llevamos. Imagínate, 2 de cada 3 personas que realizan teletrabajo o home office sufren síntomas de burnout; las mamás profesionales nos podemos sentir bastante identificadas con este síndrome.
En un inicio las manifestaciones del burnout y el malestar pueden llegar a presentarse directamente relacionadas con la vida laboral, sin embargo podrían llegar a afectar también situaciones relacionadas con la vida social y familiar, especialmente cuando nos enfrentamos a días de alta demanda laboral y parental.
Algunos de los síntomas principales pueden ser:
- Falta de energía
- Sentimientos de frustración, ansiedad y sensación de fracaso
- Estado de ánimo negativo y tristeza
- Falta de capacidad para concentrarse
- Incapacidad para desconectarse después del horario laboral
- Sensación de desbordamiento
- Efectos físicos como: dolores de cabeza, mareos, insomnio, entre otros
Tras una serie de investigaciones con especialistas de todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en 2019 en burnout como enfermedad, incluyéndolo en la Clasificación Internacional de Enfermedades. La entrada en vigor de esta enfermedad como tal, se ha fijado para enero del 2022. Esto permitirá que médicos y centros de salud puedan tratar los síntomas.